lunes, 5 de abril de 2010

AMANTANI

ISLA DE LA FLOR KANTUTA

Cuenta la antigua leyenda Inca, que al principio de los tiempos, el Dios Wiracocha salió del lago Titicaca y creó al sol, a la tierra y al hombre.
Al este de la península Capachica y a unos 40 km de la ciudad de Puno, se eleva de las profundas aguas azules del Titicaca la Isla de Amantaní.

Desde lejos se vislumbran los andénes antiguos, construidos en tiempos precolombinos. En la isla se pueden admirar sitios sagrados de las culturas preincaicas Pukara y Lupaka y de la cultura Inca.

Hasta mediados del siglo XX la isla fue tierra de haciendas. Al fin, después de varias sublevaciones, el pueblo amantaneño logró expulsar los terratenientes y adquirir las tierras.

Actualmente viven alrededor de 4000 personas en la isla. En su mayoría son campesinos, que hablan su lengua nativa quechua y castellano.

cualquier hora del día, el visitante se encuentra con Amantaneños que caminan por la isla hilando lana. Mujeres de todas las edades hacen chullos (gorros) y chalinas adornados con motivos delicados y tejen sus coloridas llicllas (mantas). Estos preciosos trabajos manuales se pueden comprar a buenos precios en la tienda artesanal del "Pueblo" (3 - 6 pm). Aquí los artesanos de la isla venden sus mercancías de forma comunitaria y rotativa.La mayoría del tiempo, la vida en la isla donde la Kantuta florece todo el año, transcurre tranquila. Todos los domingos, los gobernadores convocan la Asamblea Semanal en la Plaza de Armas. A la sombra de la estátua del Inca Capac Colla se reúnen los Amantaneños para discutir los asuntos de interés público. En frente de la iglesia con su bello campanario, las mujeres ofertan helados caseros y sus frescos jugos de alfalfa y papaya.

En Amantaní a cada paso se respira historia viva. Sus fiestas folklóricas y bailes autóctonos son famosos en todo el Altiplano. Los hombres acompañan a los danzarines con el sonido de sus quenas (flauta andina), zampoñas (flauta de tubos) o charangos (instrumento de cuerdas, hecho con el caparazón del quirquincho).Todos los años en enero se sube hasta la cumbre del cerro Pachamama, a unos 320 m de altura sobre el nivel del Titicaca. Aquí se canta y baila hasta el anochecer. Es la ceremonia del "Pago a la Tierra", en honor a la Madre Tierra. A la Pachamama se le llevan ofrendas para una buena cosecha, el Paco (sabio indígena) lee las hojas de coca para pronosticar el futuro.

LA FIESTA DEL "PAGO A LA TIERRA" EN LA ISLA DE AMANTANI

Cada segundo jueves del mes de enero (día de San Sebastián) los Amantaneños suben a los cerros de Pachamama (Llaquistiti) y Pachatata (Coanos) para rendirle honor a la Pachamama, la "Madre Tierra". Es la tradicional celebración del "Pago a la Tierra".

Una vez al año y tan solo en estos fechas se abren las puertas del recinto sagrado. El Pako (sabio indígena), vestido con su poncho y llevando su chuspa para guardar las hojas de coca, entra con su ayudante en los templos ceremoniales.Para poner la mesa los sabios llevan varios objetos rituales. Estos se colocan en orden tradicional sobre una tela que está tendida sobre la más pura lana de llama. Para la ceremonia se necesitan entre otros:
1. hojas de coca



2. grasa de llama



3. un feto de llama



4. incienso y k´oa



5. vino tinto



6. conchas
Cuando la mesa está preparada el Pako saluda los Apus, los dioses poderosos, en los cuatro puntos cardinales- empezando por dónde sale el sol. Después de las oraciones la mesa es quemada en una hoguera de guano y los cenizas enterradas en la caverna dentro del recinto sagrado. Entonces empieza el tradicional baile.

LA CELEBRACION DE LA FIESTA DEL MATRIMONIO EN LA ISLA DE AMANTANI




La celebración del matrimonio tradicionalmente tenía lugar en el mes de mayo, el "mes del amor". Cuentan los mayores que anteriormente el muchacho enamoraba a la moza tocando melodias sentimentales en la quena o el charango, cuando pasteaba ovejas en el cerro.



Durante la solemne "misa de amor", en la que se sirven frutas, aguardiente, pan y coca, los familiares de los enamorados fijan la fecha de la boda y designan los padrinos. A partir de este momento los padrinos y las madrinas serán el apoyo confidencial de la joven pareja y ayudarán a organizar la fiesta. La contracción del matrimonio se celebra a menudo con hasta más de 300 invitados. En la lamara, la cabaña o el "altar del novio" (tradicionalmente construido con las ramas del ccolle y adornado con las flores de la kantuta) los novios reciben las felicitaciones y los regalos.

A los costados de la pareja se sientan, en frente de los padres, los padrinos. Dinero que se fija en la vestimenta, vajilla y alimentos como maíz, oca y papas son los regalos tradicionales. Durante tres dias toca la orquesta, los invitados bailan, toman chicha de cebada y saborean los platos típicos.

CAPACHICA

HISTORIA

Capachica fue fundada con el nombre de San Salvador de Capachica en el momento en que los españoles llegaron a orillas del riachuelo Musinca. Los principales solares, de acuerdo mutuo, fueron repartidos conforme a lo dispuesto por la iglesia, el cabildo y la Gobernación. El nombre de San Salvador se debe, según cuentan, en agradecimiento de los españoles que naufragaron en una embarcación de totora; luego de muchos ruegos y oraciones estos pudieron por fin salvarse, de ahí nace el nombre San Salvador de Capachica.

En un inicio Capachica pertenecía a la provincia de Huancané. Esto sucedía en el período presidencial del Mariscal Ramón Castilla, quien lo incorporó a la provincia de Puno según D.L. 12103 del 02-05-1854. Capachica intervino en todos los movimientos sociales y reivindicativas en contra de la opresión de los españoles. Durante la rebelión de Tupac Amaru, fueron apresados los líderes capachiqueños de entonces quienes luego fueron decapitados en la misma población y sus cabezas colgadas en una gran roca. Hoy se conoce a esta gran roca como Umasuyo. Durante la independencia hubo También un movimiento tahuantinsuyano, sus líderes fueron de diferentes parcialidades como Paucar de Capano, Mendoza de Chillora y otros que han quedado en el anonimato.

En la actualidad el distrito de Capachica cuenta con una población aproximada de 12 mil habitantes y se ubica a 3,819 m.s.n.m. Se encuentra a 62 km. en dirección norte de la ciudad de Puno. La carretera que conduce de la Ciudad de Puno hasta Capachica tiene 25 Km. de pista asfaltada y 35 km. de pista afirmada. La duración de un viaje normal es de 1.5 Hrs.
Capachica esta conformada por 16 comunidades que son: Llachón, Yapura, Lago Azul, Ccollpa, Miraflores, Capano, Ccotos, Siale, Chillora, Isañura, Escallani, Toctoro, Hilata, San Cristóbal, Yancaco y Capachica (población). Su extensión aproximadamente es de 117.06 km² y sus límites son: Por el norte con el Distrito de Pusi (Huancané), Por el Oeste con el Lago Titicaca y el Distrito de Coata (Puno), Por el Este con el Lago Titicaca (Lago Grande) y por el Sur con el Lago Titicaca (Lago Chico
Bajada de Reyes; en la plaza del pueblo de Capachica se hace las quemas de Capus (los representantes de las comunidades traen leña para la quema en la plaza principal y vienen acompañados de música con instrumentos típicos). Los Kara Machus (danzarines con su coreografía burlesca a la época del coloniaje) danzan alrededor de la Plaza de Armas del pueblo de Capachica.

FIESTAS

20 de Enero: Fiesta patronal de San Sebastián festividades que se realiza en Escallani, con danzas como Morenadas, Sayas Caporales y Machu Aychas.
02 de Febrero: Virgen de la Candelaria; Danza de Kara Machus, Lanlacus, Soldaditos de Santa Catalina y Quema de Capus en el centro de la Plaza de Armas de Capachica.
02 de Mayo: Fiesta de Aniversario por la creación política del Distrito de Capachica.
16 de Mayo: Fiesta patronal de la santísima cruz en el centro Poblado de Ccotos.
18 de Mayo: Fiesta patronal de Pentecostés en la Comunidad de Siale.
13 de Junio: Fiesta patronal de San Antonio de Padua en el Centro Poblado Menor de Llachón.
16 de Junio: Fiesta patronal del Sagrado Corazón de Jesús en el Centro Poblado Menor de Yapura.
24 de Junio: Por el día del campesino se realiza un gran concurso de danzas autóctonas de las diferentes comunidades y centros poblados en conmemoración a este día.
27 de Julio: Fiesta Santiago de Apóstol representado con danzas, pueblo de Capachica.
05 de Agosto: Fiesta patronal del Niño San Salvador manifestado con danzas típicas y de trajes de luces, que ocurre en el pueblo de Capachica.

TRADICIONES

ARTESANÍA

En el distrito de Capachica, la artesanía, es muy peculiar, empezando por sus singulares vestimentas bordadas. El colorido, las formas, los diseños de los bordados son creaciones típicas, propias de la península. Destacan los sombreros: llamadas monteras; los chalecos: juyonas para las damas y chalecos para los varones; las mantas: chucos; se incluyen a este conjunto de preciosa creatividad, las llicllas, frazadas, chalinas, Chullos, chompas, chaquetas, fajas, pisos, almillas, chamarras y también los trabajos cincelados en piedra.

PLATOS TÍPICOS

Entre los principales potajes tenemos: torreja de quinua, Chaulla T’himpo, T’himpo de pejerrey y trucha, Pejerrey a la plancha, K’ispiño, P’esq’e de quinua, Leche llasq’a, Sopa de illaco, P’hata caldo, Fiambre (q’oq’awi), Mazamorra de quinua, Jank’a de k’ala grano, Chuño phuti, entre otros.

PESCA ARTESANAL

En la Península de Capachica, se mantiene como tradición cultural la pesca artesanal, actividad que sirve como sustento alimenticio de la familia donde participan todos los integrantes, por lo general pescan los carachis “amarillos” y “negros”, pejerrey en estado juvenil y los mauris, entre los principales.

DANZAS TÍPICAS

Entre las danzas típicas se tiene la “Qhaswa, “Kara Machos”, “Golpes”, “Negritos”, “Espalla” (musucpapa), “Huancachos” y otros.

RITOS COSTUMBRISTAS

En el mirador de Karrus en el cerro de Llachón, se encuentra varias tumbas Pre-Incas y el Santuario de Inca Cancha lugar mágico religioso en donde en el mes de febrero se rinde culto a la Pachamama y al finalizar se realiza el baile típico llamado musuc papa. También se encuentra el “Auquiacarrus”, santuario Pre–Inca con poderes mágicos para controlar el destino de los hombres, de las plantas, de los animales y los peces.

CLIMA

El clima de la zona de Capachica es frío y húmedo con una temperatura media anual de 8 a 12°C. La temperatura más alta registrada hasta el momento es de 18.6°C
Las oscilaciones diarias de temperatura son más significativas que las variaciones mensuales, sobre todo en horas de la noche, puesto que estas bajan a veces hasta los -3° C. Las heladas se presentan en una temporada (Mayo, Junio y Julio) Cuando las heladas se presentan en tiempo de lluvias perjudican los cultivos ( 25 de Diciembre, 6, 20, de Enero, 2 de febrero y al final del mes de Febrero) no permiten el buen desarrollo de las plantas, bajando la producción y productividad.

Las precipitaciones anuales varían en el rango de 0.0 mm a 580 mm y se presentan en épocas definidas: entre los meses de diciembre a marzo y otra de escasa precipitación entre los meses de Abril a Noviembre.

TOPOGRAFÍA

La península de Capachica presenta en la parte ribereña del lago una ligera pendiente permitiendo la formación de playas abrigadas, las formaciones rocosas y depresiones actúan a manera de contrafuertes contra los embates de los vientos y el oleaje producido especialmente en horas de la tarde. Sobre la zona ribereña la topografía es irregular, presentandose laderas y cerros rocosos. Existen pampas, pequeños cerros y quebradas, combinándose en gran parte de su extensión. Allan Pucara, es el cerro más pronunciado, es el apu más alto y el guardián del Distrito de Capachica.

Existen zonas apropiadas para una agricultura de sustento, además es una zona para practicar el turismo de aventura y ecológica, con caminatas, escalamiento. Está la presencia de los miradores naturales de Occoranis, Centelinas y Carruspata.
Desde la cumbre de Allan Pucará se observa un amplio y extraordinario panorama. Desde aquí se pueden apreciar las principales Islas y Ciudades asentadas alrededor del Lago Titicaca, como Tilali, Pusi, Moho, Huancané, Conima, Juliaca, Puno, Paucarcolla, Juli, Pomata y la Ciudad Boliviana de Copacabana.

EXPLOTACIÓN CONSERVACIONISTA DE LA NATURALEZA

Una de las formas más realistas de conservar la naturaleza es hacerla producir sin destruirla; es decir, obtener los beneficios que una comunidad natural puede proporcionar sin conducirla hacia un deterioro irreversible. No todas las comunidades naturales tienen la misma flexibilidad para permitir una explotación racional: algunas pueden ser explotadas con relativa intensidad sin ser destruidas, pero otras sufren serias alteraciones aun bajo presiones de explotación moderadas. Para conocer el potencial productivo de una comunidad natural se requiere de un conocimiento biológico y ecológico profundo de su composición, dinámica y productividad de biomasa, que permita determinar cuánto es posible extraer de su flora o de su fauna sin alterar su equilibrio.
De hecho, a veces la prohibición total del uso de cierto recurso puede ser más perjudicial para su conservación que su explotación racional, ya que lleva a la gente a explotarlo ilegalmente o a destruir su hábitat para destinarlo a otro uso productivo. De esto se darán ejemplos más adelante.

De las diferentes comunidades naturales que componen el espectro biológico de México, las más aptas para una explotación racional conservacionista son los bosques de coníferas y posiblemente los pastizales naturales. Otras comunidades también pueden ser explotadas, aunque los riesgos de deterioro aumentan en función de la diversidad de especies, la productividad en términos de biomasa y la fertilidad del suelo. Por ejemplo, los recursos forestales de las muy diversas selvas tropicales son difíciles de explotar sin causarles deterioro, pues la alta diversidad de especies de árboles determina que los requerimientos para que cada una de ellas regenere sus poblaciones sean diferentes, y que las complejas interacciones bióticas entre las plantas, y entre éstas y los demás componentes de la comunidad viva sean alteradas fácilmente.

En comunidades áridas pobladas por plantas de lento crecimiento y en áreas de suelos muy pobres en nutrientes, los problemas de explotación son diferentes a los que ocasiona la alta diversidad, pero no por ello son menos difíciles de resolver. Por ejemplo, el pastoreo de cabras en una zona árida podría ser visto como una solución al problema de la explotación de estas regiones, pero ese pastoreo va a tener consecuencias más serias sobre muchas de las especies vegetales de lento crecimiento que el pastoreo de vacunos en un pastizal natural bien manejado, en el que se respete el coeficiente de agostadero.

La explotación de bosques de estructura relativamente sencilla y baja diversidad de componentes arbóreos, como la mayoría de los bosques de coníferas, puede realizarse con éxito siguiendo normas ya bien conocidas, por ejemplo, entresacar los árboles maduros, procurando mantener una buena repoblación natural y contribuyendo a ésta con la introducción de plántulas producidas en viveros, de todas las especies que se explotan en la comunidad. Para que la explotación tenga éxito sostenido deben tenerse bajo control otros factores de disturbio como el pastoreo y el fuego. De esta manera el bosque se convierte en una importante fuente de ingresos para los pobladores del área, quienes tratarán de mantener su patrimonio evitando ellos mismos los agentes destructivos. Esto es exactamente lo contrario de lo que ocurre cuando se prohíbe totalmente la explotación de los bosques, pues en estas circunstancias, al no obtener ningún beneficio del bosque, los habitantes del área no cuidan el recurso, y practican el pastoreo, las quemas, el ocoteo y a veces la tala clandestina, o recurren a acciones como el cinchamiento (estrangulamiento de la base del tronco con un alambre apretado) de árboles para provocar su muerte y justificar así su derribo y la apertura de terrenos a la agricultura y al pastoreo.

El bosque bien explotado puede proveer también de otros recursos, como fauna cinegética, hongos comestibles, cierta cantidad de leña y carbón, y conferir atractivo al paisaje, lo que trae otros beneficios económicos como el turismo y el excursionismo, además de todas las ventajas ya mencionadas relacionadas con la conservación del suelo y de los ciclos hidrológicos.
En las zonas áridas con baja densidad de población, una forma de explotación poco explorada es la creación de cotos de caza en donde la fauna cinegética (de interés para el cazador) pueda reproducirse, incluso ayudada por medio de criaderos, de manera que se pueda ofrecer al año un cierto número de cabezas de las especies cinegéticas a los cazadores, quienes tendrán que pagar los derechos de uso del coto.
Este manejo ha dado buenos resultados en otros países (Gómez-Pompa, 1985; figura 24). Estos cotos asegurarían la conservación de especies como el berrendo, el borrego cimarrón, el venado bura y de cola blanca, y otras que, bajo la presión de la caza ilegal y la destrucción de sus hábitats, estarían, a corto o a largo plazo, destinadas a desaparecer. Es posible que pueda aplicarse una estrategia similar en zonas cálido-húmedas.

El establecimiento de criaderos de animales que actualmente están sometidos a una fuerte presión por parte de los cazadores podría ser una forma de asegurar su perpetuación. El cocodrilo, las boas, el pecarí de collar, el tepezcuintle, el serete (Dasyprocta spp.)pueden criarse en cautiverio con relativa facilidad, lo cual disminuiría la presión sobre las poblaciones silvestres y permitiría repoblar áreas en las que escasean.

Con respecto a la flora, es necesario realizar más investigaciones sobre las potencialidades de muchas especies nativas para ser usadas en programas de repoblación y reforestación en lugar de las especies introducidas, e incluir en estos programas especies en peligro de extinción que puedan tener una potencialidad productiva aún desconocida.

Para disminuir la presión sobre las poblaciones naturales de cactáceas, otras plantas suculentas, orquídeas y otros tipos de plantas muy buscados por su valor ornamental, es necesario buscar mecanismos de propagación que incluso pueden ser puestos en práctica por los mismos pobladores de las áreas en que se encuentran estas especies y servir así como otra fuente de recursos económicos. En muchos países la propagación por el método de cultivo de tejidos vegetales se practica ampliamente con el propósito de obtener plantas, al igual que el establecimiento de viveros. Los procedimientos son tan conocidos que no es necesario tener un entrenamiento muy avanzado para dominarlos.

La explotación de las selvas de las zonas cálido-húmedas ofrece serias dificultades en todo el mundo; sin embargo, hay procedimientos que permitirían la explotación de ciertas especies valiosas para disminuir la presión sobre las áreas naturales conservadas. Estos consisten en el uso de los sitios con vegetación secundaria como lugar para repoblar con mezclas de árboles de especies apreciadas por su madera u otros usos. Además, deben buscarse procedimientos para obtener recursos de las selvas sin causar su alteración irreversible.

ALTERNATIVAS PARA LA CONSERVACIÓN

LA PREOCUPACIÓN por la conservación de la naturaleza es un fenómeno nuevo en la sociedad mexicana, que afortunadamente se extiende cada día a sectores más amplios de la población, ya que toda acción conservacionista que se haya tomado o que se tome en el futuro requerirá de la participación y colaboración de toda la población. De otra manera es dilícil pensar que el deterioro de la naturaleza pueda terminar.
Las acciones conservacionistas pueden dividirse en cinco tipos principales: 1) creación de áreas protegidas; 2) explotación conservacionista de los recursos naturales; 3) bancos de germoplasma; 4) emisión de leyes y reglamentos para proteger la naturaleza, y 5) acciones educativas que formen una nueva mentalidad con respecto a nuestra relación con la naturaleza.

ÁREAS PROTEGIDAS

Antes del gobierno del general Lázaro Cárdenas se había hecho muy poco en lo que respecta al establecimiento de parques nacionales y reservas naturales, aunque oficialmente la conservación en México se inicia en 1786 con la protección oficial del bosque del Desierto de los Leones para resguardar sus manantiales. La Constitución de 1917 contiene en el artículo 27 un párrafo en el que se habla del papel del Estado en la conservación de la naturaleza. Durante el gobierno del general Cárdenas se crearon, principalmente por iniciativa del ingeniero Miguel Ángel de Quevedo, 36 parques nacionales en 17 estados, con una superficie total de 800 000 hectáreas; posteriormente se continuó con la creación de parques hasta llegar a los 58 que hay en la actualidad, de los cuales muchos no son parques más que de nombre, ya que se encuentran en áreas urbanas, y su razón de existir tiene más valor histórico que de conservación, o bien son usados para la agricultura, el pastoreo, la explotación forestal y otras funciones, como por ejemplo el motocross y otras cosas aún más destructivas. Además de parques nacionales existen monumentos naturales, reservas de la biosfera, reservas ecológicas, parques urbanos, estaciones experimentales, etc., que se han creado con el objeto de proteger fragmentos conservados de comunidades naturales, aunque no todos ellos cumplen su función adecuadamente. No se incluirá aquí una reseña de las áreas protegidas que existen, pues aparecen ya en varias publicaciones (Vargas-Márquez, 1984 y Sánchez-Vélez, 1987).

La creación de áreas de comunidades naturales protegidas debe continuar con base en los siguientes criterios: 1) definición de las áreas naturales que por su composición y estructura se encuentren mejor conservadas; 2) buena representación de la diversidad de ambientes existentes en el territorio de México; 3) superficies lo suficientemente amplias para permitir la conservación de las especies representativas de todos los niveles tróficos del ecosistema y de un cierto grado de variabilidad genética intraespecífica; 4) énfasis especial en áreas únicas, que contengan especies en serio peligro de extinción o que sean especialmente vulnerables al deterioro, y 5) protección especial a zonas como cabeceras de cuencas de ríos, vegetación costera, cinturones forestales suburbanos, etc., cuya destrucción trae serias consecuencias en el régimen de los ríos, en la productividad costera y en los factores que generan contaminación atmosférica.
En todos los casos anteriores, para asegurar la conservación es necesario definir con precisión las formas de propiedad de la tierra que mejor se adapten a una integración con las áreas circunvecinas de propiedad privada o comunal, de manera que la presión por nuevas tierras productivas no las afecte

Otras formas de conservación que deben explorarse y que pueden extenderse a terrenos de propiedad privada o comunal son los ranchos cinegéticos o cotos de caza, los parques turísticos y los jardines botánicos naturales, que por sí mismos pueden proveer de ingresos a la población cuando tienen la infraestructura y reglamentación adecuada, lo cual aseguraría su preservación.

EXTINCIÓN DE ESPECIES

La extinción de especies se ha dado en forma normal desde que existe vida en el planeta Tierra. En el registro fósil encontramos muchas formas de vida que existieron en el pasado y que ya no se encuentran más. Ha habido además varios periodos de extinción masiva de especies que probablemente fueron causados por grandes catástrofes naturales a escala global.
Una de las más conocidas extinciones masivas fue la de los dinosaurios, hace 65 millones de años (Figura 22). En la actualidad, el grado de rareza de las especies determina su susceptibilidad a la extinción definitiva, ya que una especie de muy amplia distribución geográfica puede estar a punto de extinguirse en algún país pero ser relativamente abundante en otro. Para mencionar un ejemplo podemos citar el caso del jaguar, que existe desde México hasta Argentina. En México es una especie en peligro de extinción, pero no lo es aún en la inmensa Amazonia sudamericana, aunque sus poblaciones van disminuyendo rápidamente. Las especies endémicas de áreas vulnerables al deterioro se encuentran en serio peligro de extinción, y su número puede ser altísimo si consideramos no sólo a las especies más conspicuas, sino también a aquellas que pasan inadvertidas para la mayoría de las personas, por ejemplo, muchos invertebrados, algas, musgos, pequeñas plantas, etcétera.

Se han publicado varias listas de especies de plantas y animales mexicanos en peligro de extinción. Andrés Vovides (1981) menciona más de 200 especies de plantas vasculares que son muy raras, están en peligro de extinción o ya están extintas; entre éstas destaca la familia de las cactáceas con casi la mitad de las especies reportadas, de las cuales 47 ya se consideran extintas. Este trabajo es sólo un listado preliminar, pues el pobre conocimiento que se tiene aún de la flora mexicana y la falta de inventarios impide mayor precisión en los datos.
Se han dado otros listados de especies raras y amenazadas, pero éstos son francamente deficientes, ya que con frecuencia se enlistan especies que, aunque están siendo explotadas, distan mucho de estar en peligro de extinción.

Con respecto a las aves y a los mamíferos, Alejandro Sánchez-Vélez (1987) menciona que son alrededor de 150 especies las que se encuentran en peligro de extinción en el territorio mexicano, aunque no todas ellas corren el mismo peligro, pues especies como el berrendo y el perro de las praderas son relativamente abundantes en el territorio de Estados Unidos, de donde pueden reintroducirse al territorio de México, en tanto que el conejo de los volcanes o la tortuga del desierto son responsabilidad exclusiva de los mexicanos, por ser especies endémicas.
Algunas especies de aves y mamíferos se han extinguido totalmente del territorio mexicano desde hace tiempo. Mencionaremos, entre otros, a la foca monje de las costas y arrecifes del Caribe, al cóndor de California, al bisonte, al oso gris y posiblemente al castor.


Costa Rica cuenta con aproximadamente el 25% de su territorio protegido en áreas de conservación, las cuales a su ves se componen de Parques Nacionales, Reservas Biológicas y otras categorías de manejo. Esto hace un atractivo enorme para los turistas que escogen a Costa Rica como su destino turístico para pasar sus vacaciones.
Uno de los atractivos más grandes al venir de vacaciones al país y visitar algún Parque Nacional o Reserva es poder admirar aún muchas de las especies en vías de extinción que tiene el país; de hecho de no ser por la protección, esas especies ya hubieran desaparecido.
Los Parques Nacionales más visitados por el turismo son: Corcovado en la Península de Osa, lugar que fue descrito por el National Geographic como el lugar más biológicamente activo del planeta, los Volcanes Poás y Arenal, los Parques de Guanacaste y Manuel Antonio con sus exuberantes playas.

En lugares aledaños como Quepos, Puerto Jiménez, Carate, Alajuela, Liberia, Guanacaste, o en algunos casos el propio parque, hay alojamiento en hoteles y albergues (lodges), cuyas tarifas se acomodan al presupuesto de cualquier turista.
El turista encontrará aventura en cada lugar de los vastos bosques lluviosos (rain forest) o bosques nubosos (cloud forest) como el de Monteverde, donde podrá tener la aventura de un "Canopy Tour", disfrutar de la fauna o hasta observar volcanes activos como el Arenal, uno de los más visitados por el turismo en la Fortuna de San Carlos.
Así que con un poco de suerte se podrán admirar algunas especies como el Quetzal, el Mono Araña, el Tapir, el Saino o incluso el Jaguar y también se podrán pasar unas increibles vaciones, difrutando de la naturaleza, algo en lo que costa Rica es muy especial...

La biodiversidad con que cuenta nuestro planeta está constantemente amenazada por diferentes factores que destruyen, fragmentan o degradan sus hábitats. Esto amenaza las distintas especies habitantes del planeta.

Los científicos consideran que existen dos categorías amplias de procesos que afectan la dinámica de las poblaciones y que brindan los mecanismos fundamentales para la extinción de especies:
Los Procesos Determinísticos(Relación causa-efecto)
En este grupo se encuentran las glaciaciones, que afectan a todos los organismos que no toleran las bajas temperaturas y la intervención directa del ser humano sobre el ambiente.
Se refleja en contaminación de ríos, aire o suelo, en la destrucción de hábitats por causa de la deforestación o de las quemas.

Los Procesos Estocásticos, como
La incertidumbre demográfica (resultado de eventos imprevisibles en la sobrevivencia y reproducción de los individuos).
La incertidumbre ambiental (causada por cambios impredecibles en el clima, en el suministro de alimentos, por enfermedades, en las poblaciones de competidores, depredadores y parásitos).
Incertidumbre genética (cambios en las características genéticas de las especies, como por ejemplo las mutaciones).

Catástrofes naturales (inundaciones, terremotos, huracanes, etc.)
Además, intervienen en esta amenaza:
La cacería deportiva o la comercial sin regulaciones legales que las controlen y que reducen peligrosamente el tamaño de las poblaciones silvestres.
El control de depredadores y plagas que alteran el balance de las poblaciones, por la relación que existe en los ecosistemas.
La extracción de especies para mantenerlas como mascotas (iguanas, monos, boas, ardillas, etc.) o bien plantas silvestres para ornato o para vender a coleccionistas, que contribuyen con la extinción de las especies.
La introducción de especies de otro país que puede destruir las especies nativas. Estas nuevas especies compiten por hábitat, alimento y pueden introducir sustancias tóxicas para las especies propias.

¿Por qué es tan importante proteger la biodiversidad?
Por la alimentación de la humanidad. La mayor parte de las plantas que suministran un 90% de la alimentación mundial, fueron obtenidas de plantas silvestres de los trópicos.
Un 75% de la población mundial depende de plantas o extractos de ellas como fuentes medicinales.
Cada especie participa en relaciones que mantienen el equilibrio ecológico. Produce alimento, recicla nutrientes, controla el crecimiento de las poblaciones de plagas, ayuda a regular las reservas de agua, mantiene el ciclo del oxígeno y el del CO2, limpia contaminantes, etc.
Su aporte no es solo estético. Si anulamos la vida de otras formas de vida distintas a la nuestra, anulamos la posibilidad de existir como especie humana en el planeta.
Clasificación
En sus 4600 millones de años de existencia, el planeta Tierra ha sufrido cambios en su forma y su clima, que han afectado las especies.
Con los cambios de temperatura las plantas y animales sucumben conforme a sus niveles de tolerancia a la lluvia, la luz solar y otros factores que influyen en su sobrevivencia.
La extinción de especies es un proceso natural que ocurre en un período de tiempo suficientemente amplio, que permite la producción de brotes o radiaciones, que aumentan la biodiversidad.
De manera opuesta, los estudios demuestran que por causa de la acción del ser humano desaparecen muchas especies en un corto tiempo de la historia.
Este es un tema de actualidad que las personas analizan desde distintos puntos de vista: hay quienes se preocupan por la pérdida de recursos que generan dinero; otros piensan en la necesidad de buscar nuevos medicamentos y alimentos para abastecer a una población en crecimiento con gran demanda de necesidades. Y hay un sector pequeño que se preocupa por la extinción de las especies que permiten mantener el balance sobre el planeta.
Una especie en peligro de extinción es aquella que cuenta con tan pocos individuos sobrevivientes que podría desaparecer del todo en la mayoría de los lugares que habita. Esto sucede cuando todos sus miembros mueren sin dejar descendientes.
También puede presentarse lo que se conoce como seudoextinción (seudo significa falsa), que ocurre cuando la especie por evolución, da origen a otros linajes genéticamente distintos, más adaptados a nuevas condiciones ambientales.
Por el contrario, una especie amenazada es aquella que aún es abundante en su ambiente natural, pero que si su número disminuye es posible que lleguen a estar en peligro de extinción.
Características de las especies susceptibles de extinción
1. Bajo nivel de reproducción que impide la recuperación rápida de sus poblaciones.
2. Hábitos de alimentación especializados. Si se elimina su única fuente de alimento, la especie desaparece. Los colibríes son un ejemplo de alimentación especializada. Ellos han evolucionado conjuntamente con la planta de donde extraen su alimento.
3. Especies de gran tamaño que requieren grandes cantidades de alimento y de áreas amplias. Por ejemplo: felinos, elefantes, ballenas, etc.
4. Hábitat de reproducción o de anidamiento especializado. La lapa verde requiere especialmente de árboles de almendro para anidar y estos deben tener un diseño especial que identifica el ave, por ejemplo, la existencia de un hueco en su tronco.
5. Especies endémicas (que sólo habitan en un lugar específico). Por ejemplo, el sapo dorado, que vive sólo en Monteverde de Puntarenas.
6. Especies con patrones de migración fijos, como los halcones y águilas que migran anualmente de Norte a Sur para evitar el frío invierno.
7. Felinos que salen de las áreas protegidas en busca de alimento, atacando al ganado, cultivos o personas.
8. Comportamiento que los acerca a lugares peligrosos como carreteras o fábricas. En la carretera que atraviesa el Parque Nacional Braulio Carrillo es común observar animales muertos que continúan usando esa zona de forma natural.

En Costa Rica, se reconocen 235 especies de fauna silvestre en peligro de extinción y amenazadas, cuya distribución es: 87 aves, 84 anfibios, 35 reptiles, 28 mamíferos y 1 pez.
Además se reportan 1300 especies de plantas amenazadas, aproximadamente un 10% del total de las 13.020 descritas.
Esta lista se fundamenta en los pocos datos que se tienen sobre las poblaciones de fauna y flora del país.
¿Que se hace para evitar su extinción?
Desde el año 1066, en la elaboración de la Ley de la gente y para la gente, por parte del Duque de Francia, se menciona la vida silvestre como propiedad de todo el pueblo y no de los dueños o propietarios de las tierras.
De manera que cuando se creó la Ley de Conservación de la Vida Silvestre, se declaró a la fauna silvestre de dominio público, formando parte del patrimonio natural del estado y a la flora silvestre, de interés público. Con esto se hace hincapié que la biodiversidad es de todos, por lo que debemos velar por su protección y conservación en forma sostenible para las presentes y futuras generaciones.
La Vida Silvestre de nuestro país pasa por un momento difícil. Se ve afectada y reducida principalmente por un uso inadecuado de los recursos y al tráfico ilegal de especímenes, productos y subproductos. Esto trae como consecuencia la consiguiente pérdida de hábitat, lo que reduce la capacidad de reproducción y de alimentación. Las especies de fauna y flora silvestres fueron en el pasado fuente importante de alimentación, asi como su uso en ia medicina tradicional. Muchas de ellas hoy sobreviven con poblaciones reducidas o están en peligro de desaparecer.
Por eso es importante, la conservación como soporte fundamental sobre el que se sustenta la posibilidad de alcanzar un adecuado manejo de las especies de fauna y flora silvestre.
Al hacerlo puede asegurarse que este importante recurso natural permanecerá en el tiempo y servirá para la mantención de las comunidades rurales.
Actualmente en Costa Rica se realizan estudios sobre los estados poblacionales de algunas especies en peligro de extinción. Con el respaldo de estudios de población, hábitos alimenticios y su comportamiento, las universidades por medio de centros de rescate han desarrollado un proceso de reintroducción de especies en peligro de extinción. Así, tenemos el caso de PROFELIS, con felinos menores y la Fundación Pro iguana verde con la lapa roja. Para situaciones como de las iguanas y las tortugas se utilizan viveros.
A lo anterior, se suman otras acciones para conservar y proteger las especies silvestres, como la creación de brigadas y grupos ambientalistas en todo el territorio nacional, lo que aumenta la capacidad del estado que junto con la sociedad costarricense velan por la protección de las áreas silvestres protegidas.
A todo esto hay que agregar, la legislación y las políticas aplicadas para tal fin como el reglamento a Ley de Vida Silvestre, el decreto de Veda para la caza y pezca, el decreto de Veda de Especies Maderables, el decreto de Veda del Almendro de Montaña, para la conservación del hábitat de la lapa verde.
Por otra parte, el Sistema Nacional de Areas de Conservación (SINAC) del Ministerio del Ambiente y Energía (MINAE) tiene en todo el país, oficinas regionales y subregionales donde entre otras cosas, se atienden y tramitan las denuncias sobre la extracción de especies y se realizan decomisos de animales y plantas que han sido ilegalmente extraídos de su medio natural.

ESPECIES DE PLANTAS Y ANIMALES EN PELIGRO

TODAS las formas de deterioro del medio ambiente natural que han sido descritas en los capítulos anteriores han puesto en peligro la existencia continua de muchas especies de plantas y animales y de hecho han provocado ya la extinción de muchas de ellas, pero la susceptibilidad de las especies a desaparecer depende de varios factores intrínsecos como su rareza, su vulnerabilidad y su capacidad de reproducirse y adaptarse a nuevas situaciones, entre otros. Además, hay que tomar en consideración el grado en que las especies individuales están siendo afectadas por las actividades humanas que van dirigidas directamente en su contra, sin afectar a la comunidad en la que se encuentran, como pueden ser la extracción selectiva o la explotación dirigida a ciertas especies, o la caza orientada sólo a los animales más conspicuos de una comunidad

RAREZA DE LAS ESPECIES

El grado de rareza de una especie depende de su distribución y abundancia sobre la superficie de la corteza terrestre. De acuerdo con la clasificación de Deborah Rabinowitz y colaboradores (1986) del grado de rareza de las plantas de las islas británicas, pudieron definirse varios niveles de rareza que también son aplicables a otras regiones y a especies animales del mundo. Estos niveles de rareza se basan en tres características de las especies: 1) la amplitud de su distribución geográfica, que va de especies que se encuentran sobre una superficie muy amplia a especies que se encuentran sólo en un área pequeña; 2) la especificidad del hábitat, que se define por el grado en que la especie puede adaptarse o no a diferentes ambientes o sólo se le encuentre en sitios de características muy especiales, y 3) el tamaño de las poblaciones en cada localidad donde se encuentra la especie, que va desde aquellas que siempre se encuentran en poblaciones numerosas en cualquier lugar de su área de distribución, a las especies que siempre se encuentran en poblaciones muy pequeñas.

Con base en los criterios anteriores las especies más comunes serían aquellas que tienen una amplia distribución geográfica, amplia capacidad para adaptarse a diferentes hábitats y poblaciones relativamente numerosas en donde quiera que se encuentren. Estas son precisamente las características de muchas de las especies que se han beneficiado de la acción del hombre sobre el ambiente natural, adaptándose a los ambientes perturbados. En este grupo no encontramos ni plantas ni animales en peligro sino más bien especies invasoras.

Existen especies que tienen una amplia distribución geográfica y una amplia adaptabilidad a diferentes ambientes naturales, pero están siempre representadas por poblaciones muy poco numerosas y actualmente muchas de ellas se encuentran en serio peligro de extinción en gran parte de su área de distribución. Un ejemplo típico de esta condición es la actual situación en que se encuentran los grandes carnívoros de México: el lobo, el puma y el jaguar. Las tres especies tienen una amplia distribución en América y se encontraban en diversos tipos de ecosistemas naturales, pero debido a la cacería y a la persecución de la que han sido objeto, así como a la destrucción o reducción de la superficie de las comunidades en que se encontraban, actualmente son especies en serio peligro de extinción en el territorio mexicano, sobre todo el lobo y el jaguar

Un ejemplo de plantas de amplia distribución geográfica pero que se encuentran siempre en ambientes muy específicos y en poblaciones relativamente numerosas son algunas plantas carnívoras del género Utricularia que se encuentran en partes restringidas de los pantanos tropicales. Estos ambientes se están reduciendo drásticamente o están siendo tan contaminados que posiblemente estas especies estén en peligro de extinción en México por lo restringido de su hábitat.

Entre los animales, un caso similar al anterior es el del conejo de los volcanes o zacatuche; su distribución geográfica se restringe a los zacatales que se encuentran en terrenos situados a una altura de entre 2 650 y 4 500 m.s.n.m. en varias de las principales montañas del Eje Neovolcánico. Sus poblaciones en cada localidad fueron relativamente numerosas, pero se reducen cada vez más por el efecto de la cacería y la destrucción del hábitat, dada su frecuente cercanía a zonas urbanas. Actualmente se le encuentra sólo en pocas localidades de su distribución original (Ceballos-González y Galindo-Leal, 1984).

Tres casos interesantes de distribución geográfica muy restringida, gran especificidad de hábitat y poblaciones poco numerosas se describen a continuación. La conífera Picea chihuahuana es un tipo de abeto que se encuentra en algunas zonas muy restringidas, aproximadamente a 2 400 m.s.n.m. en la Sierra Madre Occidental, entre Chihuahua y Durango, formando poblaciones de unos cuantos cientos de individuos (Figura 20). Actualmente el fuego, el pastoreo y la tala clandestina tienen a esta especie al borde de la extinción (Sánchez-Córdova, 1984). Es muy importante conocer cuanto antes los recursos vegetales del país antes de que muchos de ellos desaparezcan y se extingan delinitivamente. Un ejemplo reciente de un descubrimiento singular es el caso de la planta encontrada en la hojarasca de una localidad de la selva lacandona de Chiapas, Lacandonia schismatica, que por tener una peculiar anatomía floral se constituyó en una nueva familia, género y especie para la ciencia. Este es un caso extraordinario, dado el amplio conocimiento que se tiene de las plantas. Esta planta tiene una distribución muy restringida, una talla muy pequeña y un hábitat muy peculiar, así que hubiera podido fácilmente pasar inadvertida, ya que el área en que se encontró estaba en grave peligro de ser deforestada (Martínez y Ramos, 1988).

Entre los animales, podemos mencionar al extremadamente raro guan cornudo o pavón, que es un ave de tamaño grande que sólo habita en escaso número en el bosque de niebla de algunos volcanes de la Sierra Madre, en Chiapas, y en partes adyacentes de Guatemala. Actualmente se encuentra en serio peligro de extinción.

CAUSAS DE LA EXTINCIÓN DE LAS ESPECIES

En México, las especies de plantas y animales que se encuentran en peligro de desaparecer se hallan en esta situación por dos motivos principales: la sobreexplotación de los individuos de cada especie y la destrucción de su hábitat natural. Sin embargo, no debe olvidarse que existen otros efectos indirectos de la actividad humana que pueden a la larga conducir a una alteración más rápida de las posibilidades de sobrevivencia de una especie, como la introducción de nuevos organismos competidores o predadores en las comunidades, la introducción de nuevas enfermedades y parásitos, la eliminación de otras especies que efectúan alguna función importante como servir de alimento, polinizar las flores, dispersar las semillas, etc. Finalmente, la reducción y fragmentación de la población de una especie causa también pérdida de la variabilidad genética, con la consecuente disminución de la adaptabilidad a los cambios y por lo tanto de su potencialidad para sobrevivir al efecto de las alteraciones del ambiente.


Existe una multitud de ejemplos de sobreexplotación, la cual consiste básicamente en tomar de las poblaciones silvestres más individuos de los que pueden ser reemplazados por la fertilidad natural de la especie. Entre los animales puede darse el ejemplo clásico del bisonte del sur de Estados Unidos y norte de México, cuyas poblaciones se mantenían numerosas, a pesar de que las tribus nómadas de esas regiones sacrificaban continuamente cierta cantidad de individuos para su manutención. Al llegar las armas de fuego, los caballos y la ganadería, la tasa de eliminación de individuos fue superior a las posibilidades de recuperación que tenía la especie, de manera que pronto el bisonte estuvo al borde de la extinción y sólo sobrevive, hoy en día, en algunos parques nacionales y reservas (Figura 21).

En situación similar se encuentran muchas otras especies cuyas poblaciones se han reducido al mínimo. Para citar algunos ejemplos mencionaremos al cocodrilo y al manatí, que abundaban en los cuerpos acuáticos de las costas mexicanas, así como varias especies de patos y gansos, el lobo, las dos especies de osos mexicanos, el tapir, el jaguar, el mono araña y muchísimas otras.
Entre las plantas, la extracción excesiva de individuos de ciertas especies también las ha puesto en peligro de desaparecer sobre extensas áreas. Un ejemplo bien conocido es el caso del palo fierro (Olneya tesota), que es utilzado por los indios seris para hacer artesanías de madera. La popularización del uso a mayor escala de esta bella clase de madera en poblaciones de Sonora como Hermosillo, Caborca, Peñasco y Bahía Kino ha provocado una disminución en las poblaciones explotables (árboles grandes) de la planta, que es de lento crecimiento.

Existe un gran número de especies de orquídeas, cactáceas y pequeñas palmas, usadas como plantas de ornato, que están siendo extraídas con la finalidad de surtir la demanda de estas plantas en México y principalmente en el extranjero. Esta extracción está poniendo en peligro su sobrevivencia, ya que se sabe poco acerca de su abundancia y capacidad de reproducción.
En el estado de Zacatecas existe un pino piñonero endémico (Pinus maximartinezi) sobre un área muy reducida de sólo 6 km². La explotación de los enormes piñones de esta especie la está poniendo en peligro de extinción, pues el reclutamiento de nuevos individuos ha cesado (Sánchez-Vélez, 1987).

La destrucción o reducción del hábitat natural es sin duda el principal factor que está poniendo en peligro la sobrevivencia de la mayoría de las especies, pues una vez destruido el medio ambiente al cual una especie está adaptada, su posibilidad de recuperarse a través de la reproducción queda virtualmente eliminada. Por ejemplo, es posible dictar leyes estrictas que eviten la cacería de los primates mexicanos, pero si su hábitat, que es la selva cálido-húmeda madura, continúa fragmentándose y disminuyendo en superficie, los primates estarán irremediablemente condenados a la extinción, pues para encontrar los recursos alimentarios que necesitan para sobrevivir se requiere de la existencia de fragmentos relativamente extensos de este tipo de comunidad vegetal.

En la región de Los Tuxtlas, Veracruz, para la Estación de Biología de la UNAM, que se encuentra en esa zona, se ha reportado la existencia en la vegetación no alterada de 315 especies de aves pertenecientes a 44 familias. La destrucción de la selva causaría la desaparición de la gran mayoría de ellas, pues las características de las áreas abiertas no son propicias más que para unas cuantas especies presentes en la selva. Así, las áreas abiertas son colonizadas principalmente por otras especies de aves que invaden la región, procedentes de zonas ya perturbadas (Coates-Estrada y Estrada, 1985).

Con respecto al efecto de los otros factores mencionados al principio de este inciso, es mucho menor lo que se sabe sobre casos particulares. Sin embargo, es de suponerse que cuando las poblaciones son pequeñas y aisladas, el apareamiento entre individuos cercanamente emparentados debe conducir a un incremento en la presencia de defectos genéticos y a una disminución de la variabilidad y capacidad adaptativa. La viabilidad que tiene una población para continuar existiendo depende del número de individuos que la componen, la cual depende, a su vez, de la existencia de una superficie mínima habitable que le permita llevar a cabo sus funciones vitales y reproductivas. La superficie que constituye el área mínima indispensable para la sobrevivencia de cada especie varía notablemente en relación con la posición de la especie en la pirámide trófica del ecosistema del que forma parte.

En el caso de las plantas, existen especies representadas por muchos individuos en una superficie pequeña y otras representadas por individuos muy aislados en amplias superficies. Lógicamente, en el segundo caso será necesaria la preservación de una gran área de la comunidad natural para asegurar la reproducción y el mantenimiento de la variabilidad genética de esas especies.
Entre los animales, el área mínima varía notablemente en relación con el tipo de alimento consumido, de manera que los herbívoros pequeños poco especializados en su dieta requerirán de superficies mucho menores que los carnívoros de gran talla, que consumen mamíferos y aves grandes. Por ejemplo, se calcula que un solo jaguar necesita entre 25 y 30 km² pra obtener su alimento, de manera que una población viable de jaguares requiere una superficie mucho mayor que ésta. Otros aspectos del comportamiento de las especies, como su territorialidad y su grado de sociabilidad, también son importantes en la determinación de la superficie que requieren para sobrevivir.

CONTAMINACIÓN

El efecto directo de los contaminantes de origen urbano e industrial sobre las comunidades naturales es difícil de evaluar en la mayoría de los casos, salvo en el de la lluvia ácida que es bien conocido y ha sido descrito con detalle en regiones boscosas y lacustres de Suecia, Alemania, Checoslovaquia, Estados Unidos y Canadá. Este fenómeno consiste en la formación de óxidos anhidros de azufre y nitrógeno durante la combustión de petróleo y carbón y sus derivados, que en contacto con el agua se transforman en los ácidos respectivos. El efecto de la lluvia acidificada con estos ácidos es particularmente grave en los terrenos derivados de rocas muy pobres en calcio. Los árboles y los cuerpos acuáticos de estos sitios sufren graves daños que han sido documentados con mucho detalle en Suecia. En México este fenómeno ha sido insuficientemente evaluado, aunque los suelos muy pobres en calcio son poco frecuentes en el país.

María de Lourdes de la I. de Bauer y T. Hernández Tejeda (1986) describen una serie de efectos de los contaminantes como el ozono, el dióxido de nitrógeno, el nitrato de peroxiacetilo y otros contaminantes atmosféricos sobre árboles y otras plantas que crecen en las ciudades, y en bosques y cultivos cercanos a éstas. Inclusive se describen los efectos de los contaminantes como el ozono sobre el bosque de Pinus hartwegii. Se encontró que, en esta especie, los daños son severos en la zona del Desierto de los Leones y del Ajusco. Parece que la contaminación puede estar causando la desaparición de estos pinos en esas zonas cercanas a la ciudad de Mexico.

Una de las zonas afectadas por la contaminación que han sido mejor estudiadas es la región inundable de la desembocadura del río Coatzacoalcos en el sur del estado de Veracruz (Centro de Ecodesarrollo, varias publicaciones). Esta zona contiene varios centros urbanos como Minatidán, Coatzacoalcos y otros poblados, además de una impresionante infraestructura de procesamiento de petróleo, explotaciones de azufre y numerosas industrias relacionadas con estos dos recursos naturales. Todo esto colinda con el propio río, su región estuarina y un sistema de pantanos muy extenso y variado. Se trata de una de las zonas más contaminadas del país, que contiene, al mismo tiempo, un conjunto de comunidades acuáticas sumamente variado y rico en especies de plantas y animales. Los resultados de esta interacción han sido la destrucción extensiva de la mayor parte de las comunidades naturales y el grave deterioro de las que aún existen. El Centro de Ecodesarrollo ha estudiado los problemas de esta región con detalle.

De todas las sustancias contaminantes que entran en contacto con la flora y la fauna, las más peligrosas son aquellas que se degradan lentamente y que por tanto tienden a acumularse en el ambiente, así como los contaminantes que no pueden ser excretados por los animales y alcanzan concentraciones crecientes en los tejidos en función dd nivel trófico que ocupa cada especie animal. Esto quiere decir que aunque su concentración sea baja en el ambiente, los herbívoros, al consumir continuamente plantas contaminadas, van concentrando estas sustancias en sus tejidos; los carnívoros las concentran aún más altas; y los animales carroñeros, que comen tanto herbívoros como carnívoros, pueden tener concentraciones tisulares aún más altas. Algunos contaminantes que se comportan de esta manera son el mercurio y el plomo, y ciertos insecticidas clorados como el DDT

El fenómeno anteriormente descrito parece estar directamente relacionado con la drástica reducción de aves de rapiña y carroñeras en grandes extensiones del territorio de México. Es bien sabido que estas aves son particularmente sensibles a las altas concentraciones de insecticidas clorados que causan daños en su oviposición, impidiéndoles formar huevos con la dureza suficiente para ser empollados sin ser destruidos. La desaparición de este tipo de aves tiene consecuencias en el resto de la pirámide trófica, como la proliferación de roedores nocivos y la falta de aves eliminadoras de carroña.

El uso de fertilizantes en los campos de cultivo, que después son lavados por la lluvia y arrastrados hacia ríos y lagos, puede llegar a tener un efecto muy importante sobre la flora y la fauna acuática. El incremento de nutrientes disponibles para el crecimiento de las plantas, como fósforo y nitrógeno, ocasiona una proliferación de cianobacterias y otras algas, así como malezas acuáticas como el lirio acuático y la lentejilla de agua; además, la proliferación de algas ocasiona un incremento en la materia orgánica en suspensión, lo que a su vez provoca una proliferación de microorganismos y una reducción del oxígeno disponible. La proliferación del lirio y la lentejilla acuática ocasiona una reducción de la iluminación del agua que mata a la flora benéfica del fondo y al fitoplancton, así como otros cambios en la temperatura y oxigenación del agua. En este caso también se incrementan las pérdidas de agua por evapotranspiración del lirio (Penfound y Earle, 1948).

Vemos que la eutroficación es un agente importante en la alteración de las comunidades acuáticas naturales, que puede estar alterando algunos cuerpos acuáticos cercanos a importantes zonas agrícolas. Un ejemplo de vaso eutroficado lo tenemos en la Presa Rodrigo Gómez, de Nuevo León, que surte parte del agua a la ciudad de Monterrey; pero al parecer este problema ya está resuelto. La presa estaba eutroficada por la llegada de aguas residuales y negras de varios poblados; sedimentos de terrenos en proceso de erosión y desechos agrícolas y ganaderos, entre ellos residuos de fertilizantes. Todo esto ocasionó la proliferación masiva de plantas vasculares acuáticas como la elodea, el lirio acuático y un pasto acuático, que invadieron todo el vaso. Las tres especies son introducidas en la cuenca. La proliferación exagerada de estas plantas trajo consigo problemas en la navegación, la práctica de la pesca, aceleración del azolve y proliferación de microorganismos por el exceso de materia vegetal en descomposición. Esto último ocasionó una disminución en el nivel de oxígeno disuelto que afecta a la fauna y al fitoplancton. En estos casos deberá evitarse el uso de herbicidas tóxicos para solucionar el problema, pues algunos son residuales y pueden afectar también a la fauna del vaso (Contreras- Balderas, 1975).